Otros armadores suplentes de menor impacto ganan más que los $1.8 millones que cobra el boricua
Por Carlos Rosa Rosa / crosa@elnuevodia.com
En la serie contra los Lakers, Mark Cuban, el multillonario dueño de Dallas, miraría al tabloncillo y, cada vez que vio al boricua José Juan Barea haciendo de las suyas con sus explosivas penetraciones, pensaría en voz baja: ¡Qué clase de ganga!
Con uno de los contratos más bajos en la plantilla de los Mavericks de Dallas, el armador puertorriqueño lució a las mil maravillas en la serie semifinal de la Conferencia del Oeste, siendo uno de los responsables de la eliminación de Los Ángeles y de la última serie del legendario técnico Phil Jackson.
Barea, en su último año de contrato, devenga $1,815,000 millones, figurando en la décima posición entre los mejores pagados del conjunto.
Por encima del mayagüezano aparecen los jugadores DeShawn Stevenson y Corey Brewer, jugadores de menos impacto en el elenco.
Stevenson cobra $4.1 millones como escolta y Brewer con $2.8 millones con una limitada actuación en la rotación de los jugadores.
Dirk Nowitzki es el mejor pagado del quinteto con $17.2 millones, a la vez que Jason Kidd devenga $8.5 millones.
En la barrida ante los Lakers, Barea acumuló promedios de 11.5 puntos y 5.5 asistencias en apenas 18 minutos por juego. También registró un 50% en sus tiros de campo (34-17), al tiempo que tan solo cometió cuatro turnovers en los cuatro partidos de la serie.
Su promedio ofensivo, de paso, fue superior al de Kidd, quien tuvo media de 7.8 puntos con 8.3 asistencias en 32.3 minutos por desafío.
Incluso, la gerencia de los Lakers también habrá pensando en la ganga de los Mavericks con Barea.
Por ejemplo, los Lakers le pagaron esta temporada a su armador titular Derek Fisher $3.7 millones y a su suplente Steve Blake $4.0 millones.
Y Barea, sencillamente, arrolló a ambos jugadores.
En la serie, Fisher apenas promedió 6.5 puntos con 4.3 asistencias en 30.8 minutos, al tiempo que registró un pobre 31% en tiros de campo.
Mientras que, Blake -en un papel similar al de Barea, saliendo del banco- promedió solo 2.0 puntos con 1.0 asistencia en 17.5 minutos por encuentro. Igualmente registró un 23% en sus lances de campo.
El puertorriqueño está en el último año de su contrato, de $4.8 millones por tres campañas. Barea ha dicho que desearía retornar a Dallas, organización que le brindó la oportunidad en el 2006 al ficharlo como agente libre en su año de novato.
La gerencia de los Mavericks no tuvo conversaciones con Barea durante la campaña para una extensión de contrato. Y ahora con la negociación del nuevo convenio y la amenaza de una huelga, las conversaciones de un nuevo contrato no figuran en el panorama inmediato.
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