El sargento Arístides Vazquez, los agentes José Rivera y
José Ortíz se encontraban patrullando el barrio Celada Centro de Gurabo cuando le notificaron que una llamada anónima informaba de un vehículo sospechoso en el lugar. Los agentes esperaron por espacio de 50 minutos que los ocupantes del vehículo Toyota 1.6 del 1985 salieran de un monte aledaño y observaron a González González caminar con la ropa mojada hacia el auto. Al darle el alto Chewi exclamó: "soy yo el que están buscando" y se acosto en el suelo.
González González estaba acompañado por un individuo que vestía camiseta blanca y pantolón corto y que logró internarse en el monte sin ser arrestado.
Figueroa Sancha hizo un llamado a las víctimas del violador para que continúen con sus denuncias y se sometan al proceso de rigor para asegrarse de que el hombre va a permanecer encarcelado.
Los peritos del Instituto de Ciencias Forenses acudieron a la Comandancia de Caguas para hacerle las pruebas de ADN.
No se le encontraron armas.
González fue uno de los más buscados por la Policía por presuntas violaciones a mujeres en distintos complejos de walk-ups del área metropolitana.
Durante el mes de febrero la Policía allanó la residencia del barrio Celada donde vivía El Chewi junto a su esposa Glenda Sánchez Santiago, su madre Sara María González Serrano y tres menores. Allí la Policía incautó armas, pelucas, navajas, perfumes, efectos electrónicos, relojes, pulseras, joyería, y otros innumerables artículos que se presumen producto de los múltiples escalamientos al que ha sido vinculado el hombre.
Tal como había anticipado Primera Hora hace ya varios años las violaciones en los walk ups apuntaban a un mismo modus operandi.
Las víctimas, bajo estricta confidencialidad, informaron cómo actuaba el violador y sus acompañantes y había similitudes indudables.
En septiembre del 2010 la directora del Instituto de Ciencias Forenses, María Conte, confirmó que una misma persona era la responsable de violar a siete mujeres según la evidencia recopilada y analizada, es decir, pelo, semen, uñas y otros elementos fundamentales para identificar el ADN.
Lo que faltaba era la prueba de pareo, es decir, hacerle la prueba de ADN al principal sospechoso. Eso será lo que procederá ahora con El Chewi, quien ya está atrapado por las autoridades.
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