El boricua Carlos Arroyo está contento de ser ahora parte de los Celtics de Boston
Por Noel Piñeiro Planas / npineiro@elnuevodia.com
Como buen deportista que es, Carlos Arroyo ha decidido convertir una derrota personal en una ganancia.
Así, dejando atrás el dolor y la sorpresa que vivió el pasado martes cuando fue licenciado por el Heat de Miami, el armador boricua ha decidido utilizar la camiseta número 45 de sus nuevos Celtics de Boston en honor al único otro boricua que ha jugado para esta organización en la historia.
“El número para un jugador siempre es algo especial. Pero por Boston ser una de las franquicias que más historia tiene, muchas de mis opciones iniciales están retiradas o las están usando actualmente”, reveló Arroyo, quien estaba usando en Miami el número 8 y por eso la gerencia de los Celtics le recomendó escoger el 44 ya que la suma de cada 4 daría su 8, el cual actualmente es utilizado por el celta Jeff Green.
“Pero lo que hice fue recordar que por aquí pasó otro boricua que nos abrió paso a todos nosotros. Y por eso pedí el 45 que utilizó Ramón Rivas cuando jugó aquí. Para mí es un honor honrarlo de esta manera”.
Arroyo no pudo escoger su tradicional número 7 con el que juega en el Equipo Nacional y el cual utilizó con los Cangrejeros de Santurce, porque ese número actualmente lo usa en Boston Jermaine O’Neal. Mientras, el 30 que también ha usado en la NBA lo viste Troy Murphy y el 4 que usaba de niño en honor a su ídolo de niño, Georgie Torres, lo utiliza Nenad Krstic.
Puesto eso a un lado, Arroyo dijo que se siente privilegiado de poder pasar a jugar en una franquicia tan histórica y reconocida como los Celtics.
“Soy afortunado”, precisó Arroyo, quien señaló que luego de ser dejado libre oró para que Dios le bendijera con una nueva oportunidad y cree que ha recibido a mejor.
“Primero que nada le doy gracias al Señor por esta bendición. Es una oportunidad bonita que se me presenta para ser parte de uno, si no el mejor, de los equipos de la NBA. Estoy ansioso por empezar a jugar ya con el equipo”, dijo Arroyo quien llegó hoy lunes a Boston, se realizó las pruebas físicas y participó de unas sesión de práctica opcional a la que solo acudieron los nuevos integrantes del equipo y varios técnicos asistentes.
No será hasta mañana que Arroyo practique con el equipo completo y bajo las instrucciones del entrenador Doc Rivers. Precisó que al momento no ha hablado con su nuevo técnico pero que lo que ha escuchado es que lo contrataron para ayudar a brindar tiempo de descanso a Rajon Rondo. Su debut con los Celtics, en tanto, será el miércoles en Boston cuando el equipo reciba la visita de los Clippers de Los Ángeles.
Arroyo reveló que además de Boston el equipo Bulls de Chicago intentó firmarlo por el resto de la campaña. No obstante, Arroyo no tuvo mucho problema en decidirse por los Celtics.
“Quiero ser parte de un campeonato y creo que los Celtics son uno de los mejores equipos de la actualidad. En comparación a Miami tiene una mejor química y mueven muy bien el balón. Es el equipo mejor acoplado”, dijo Arroyo.
El fajardeño abundó que no se goza con el hecho que al Heat las cosas le hayan ido tan mal desde su salida.
Destacó que la franquicia se portó excelentemente con él y que respetó la decisión que tuvieron para dejarle libre a pesar que él hizo el trabajo que le pidieron.
“Siempre hice mi labor de organizar el grupo y ser un líder en la cancha para darle la bola a las tres estrellas. Y claro, fue frustrante cuando salí de la rotación y no jugaba. Eso no lo podía entender pero hice mi trabajo para mantenerme positivo y oré junto a mis familiares para que surgiera un cambio en esa situación y se dio esta”, destacó Arroyo.
“Lo que le ha pasado a Miami después que salí creo que se lo gozan más los fanáticos del deporte que siguen mi carrera. Los fanáticos que siempre me respaldan a mí y a José Juan Barea y a quienes llevamos en el corazón cuando salimos a jugar junto a nuestra islita”.
Arroyo dijo precisó que anoche estaba estudiando el libro de jugadas de los Celtics para intentar no llegar hoy muy perdido a la práctica. También estudiaba videos de juego del equipo y miró el juego de anteanoche por la televisión para ir aprendiendo las tendencias de los jugadores.
Finalmente, Arroyo dijo que su esposa e hijas se quedaron en Miami ya que la mayor, Gabriela, ya cursa el kindergarten.
“Esa es una de las partes que uno tiene que aceptar con este trabajo. Ahora mismo estoy en un hotel que el equipo me arreglo. Ellos están obligados por regla a velar por donde estoy por 40 días en lo que yo hago mis arreglos. Por ahora la familia vendrá los fines de semana que esté aquí en Boston”, dijo Arroyo.
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