Fiscalía afirmó contar con muchos testigos contra Ángelo Millones
Por Limarys Suárez Torres /lsuarez1@elnuevodia.com
La Fiscalía Federal estableció ayer en sus argumentos iniciales al jurado que el caso contra el presunto narcotraficante más grande de Puerto Rico por la pasada década, Ángel Manuel Ayala Vázquez, mejor conocido como Ángelo Millones, demostrará cómo opera la economía subterránea que genera las drogas.
El jefe de la División de Narcóticos de la fiscalía federal, Timothy Henwood, le explicó al jurado que Ángelo Millones fue un hombre que logró establecer un completo control y orden en la organización denominada “El Combo de los Setenta” o “El Combo Que No Se Deja” y que por años realizó fiestas de Navidad en el residencial José Celso Barbosa para lavar dinero del narcotráfico.
“Este es un caso sobre el control, sobre el control de estos dos acusados Ángel Ayala Vázquez, alias El Buster, Ángelo Millones, y Luis Xadiel Cruz Vázquez, alias El Mono. Ambos establecieron el control con sus asociados y mantuvieron ese control durante una década”, inició Henwood.
Acto seguido el fiscal federal destacó que a mediados de los años 90 Ángelo Millones ocupaba una posición intermedia en la organización de narcotráfico pero luego logró un completo control.
“El comenzó a invertir en cuantiosas compras de cocaína que traía desde República Dominicana a Puerto Rico y luego enviaba a Estados Unidos. Ayala Vázquez delegaba la administración. Fue su rol mantener el orden y la disciplina y durante el juicio el gobierno demostrará, a través de muchos testigos, que dirán cómo estableció ese control”, destacó.
Henwood le explicó al jurado cada cargo que pesa contra Ayala Vázquez y Cruz Vázquez y cómo la evidencia demostrará que ambos acusados conspiraron desde el 1995 para poseer con intención de distribuir crack, cocaína, heroína, marihuana, Percocet y Xanax en los residenciales públicos José Celso Barbosa y Sierra Linda.
El fiscal le dijo al jurado que una conspiración es una palabra rebuscada para referirse a un acuerdo y que el crimen fue poseer la droga para distribuirla.
“Ayala Vázquez auspiciaba fiestas de Navidad en Barbosa. Ellos separaban cierta cantidad del día a día de las ventas en los puntos para hacer un concierto profesional cada diciembre con reconocidos artistas”, puntualizó.
Los conciertos, en los que llegaron a cantar Elvis Crespo, Gilberto Santa Rosa, Héctor El Father, Don Omar, Wisín y Yandel, entre otros, se llevaron a cabo todas las navidades en Barbosa desde el 2004 hasta 2008.
Henwood detalló al jurado que Ángelo Millones conspiró para lavar dinero del 2003 al 2005, para mandar a hacer el carro de carrera “Mayor League” a un costo de $193,690 y para comprar la embarcación de 38 pies de eslora “El Sunami” en el 2008 a nombre de terceras personas.
“La evidencia demostrará que en el papel los acusados no eran los dueños pero era para que los acusados pudiesen mantenerse alejados... Compraban a través de otras personas con empleos normales”, indicó.
Con testigos criminales
En sus argumentos iniciales el reconocido abogado en casos de narcotráfico Frank A. Rubino, quien representa a Ayala Vázquez, estableció que los testigos del gobierno carecen de credibilidad alguna por tratarse de criminales con acuerdos de cooperación a cambio de que sus sentencias sean reducidas.
Tras explicar al jurado que Ayala Vázquez es un hombre de cuna humilde, que adquirió el apodo de Ángelo Millones por el barrio donde se crió, que es de padres divorciados, y que dejó la escuela en noveno grado para ayudar a su madre que lo crió en el residencial Barbosa, Rubino sostuvo que su cliente es un hombre inocente que nunca se ocupó directamente de nada relacionado con las drogas.
“Abrió una barbería en Bayamón y él no recortaba pero tenía siete barberos y era exitoso en su negocio hasta que fue arrestado. Todo el mundo lo conocía y él era bien amigo de Héctor “El Father” Delgado, Daddy Yankee y de Liván Hernández”, señaló.
Según Rubino, Ángelo Millones se convirtió en un excelente chofer de carros de carrera y así fue que conoció a Norberto Cruz, un hombre que lo llevó a Minnesota para que le ayudara a confeccionar el vehículo “Mayor League”.
“No hay ni un solo vídeo, ni una sola llamada, ni una sola foto donde vean a Ayala Vázquez cometiendo algún acto ilegal... Nada de lo confiscado le pertenecía a él. La evidencia será la palabra de criminales, uno de ellos que cometió un doble asesinato, que están expuestos a vida en prisión y están buscando una salida con Ayala Vázquez y salvar su pellejo”, señaló Rubino.
Mientras, Rubén Cerezo, representante legal de Cruz Vázquez destacó que su cliente nunca fue un administrador de los puntos de droga y reiteró que los testigos de este caso tienen mucho que ganar a cambio de sus declaraciones.
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