Modelo que usa dos tiras de plástico. Vídeo
Por Agencia EFE
Miami - Abrir el envoltorio de un preservativo y colocarlo puede convertirse en una difícil tarea en algunos momentos de excitación o borrachera, y para facilitar su uso un arquitecto ha ideado un sistema sencillo y curioso.
La idea
Todo comenzó cuando Beau Thompson trató de ponerse un preservativo tras una noche de mucha juerga.
"Quise ponerme el preservativo pero no veía nada. Traté de abrir un poco la ventana para aprovechar la luz de la calle pero no se veía bien. No sé si era por el alcohol que tomé o por la falta de luz. Fue entonces cuando empecé a darle vueltas a la idea", explicó Thompson.
De aquella experiencia surgió seis meses después un nuevo tipo de preservativo denominado denominado "Sensis condoms", un modelo novedoso que difiere del tradicional en el uso de dos tiras de plástico que sirven para bajar la goma.
"Llevo toda la vida trabajando en la construcción y mis conocimientos en arquitectura me ayudaron a idear las tiras que hacen que el preservativo baje de una forma más rápida y sencilla", aseguró el inventor.
Beau Thompson acostumbra a sorprender a clientes de bares con su novedoso preservativo a los que muestra cómo funciona su invento y las ventajas que supone, sobre todo, en esas noches en las que se ha bebido en exceso.
Tras seis meses de darle vuelta a la cabeza, Thompson necesitó otros seis meses para desarrollar el producto.
A partir de ahí abrió su propia compañía con un grupo de socios para la fabricación del nuevo preservativo en una empresa del estado de Georgia y con un látex especial procedente de Malasia.
Demostraciones cerca al cliente
A Thompson le gusta hacer demostraciones en bares para conocer de primera mano la reacción de la gente.
Para ello lleva consigo un tubo opaco de madera azul que utiliza para hacer la demostración. Las reacciones no se hacen esperar.
"Cuando están muy tomados se tarda mucho, así que esto es mejor", afirmó una chica que bebía una cerveza junto a su novio. "Me parece una buena idea para la gente que está empezando", comentó otro joven.
"Mi esposo trabaja haciendo preservativos"
La esposa de Thompson, Cristina González, reconoce que al principio no fue nada fácil contarle a sus padres acerca del trabajo de su marido.
"Mi familia tiene unas fuertes creencias católicas que rechazan el uso de anticonceptivos. La primera vez que les dije que Beau se dedicaba a hacer condones, ellos pensaron que me refería a ‘condominios’. Fue muy cómico. Cuando les expliqué bien, no les pareció algo tan malo", agregó.
Cristina señaló que su marido aprovecha cualquier momento para demostrar su invención.
Negocio viento en popa
Una de las tiendas donde se comenzaron a vender este producto fue en ‘Condom USA’, situada en el barrio de Coconut Grove, de Miami, a pocos metros de la casa en la que creció Beau Thompson.
"Hace ya tres años que vendemos estos preservativos aquí. A la gente le encanta porque les resulta más fácil ponérselos y no pierden el tiempo", asegura Winsome Ricketts, dependienta de la tienda.
Las ventas de ‘Sensis condoms’ en todo Estados Unidos no superan los dos millones de preservativos, algo que según Beau no es un dato demasiado bueno, pero no se desanima.
"La industria de los preservativos produce solo en Estados Unidos 450 millones de dólares al año. Todavía nos queda mucho camino por recorrer", concluyó Thompson.
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