Rosa Escribano / Primera Hora
Alcanzar el orgasmo femenino es, sin duda, una de las metas principales de toda mujer cuando tiene intimidad sexual con su pareja.
En la búsqueda de razones para saber por qué a algunas se les facilita tener orgasmos mediante penetración, y a otras no, a principios del siglo pasado surgió la teoría que se conoce como regla del pulgar. ¿Será cierto lo que postula? ¿O se trata de una idea descabellada?Ahora bien, contrario al hombre, este deseo no siempre logra cumplirse. Sabemos que para el sexo opuesto esta finalidad resulta mucho menos compleja. En cambio, la mujer demora más en conseguir este resultado y disfrutar de la experiencia sexual tanto como desea.
En la búsqueda de razones para saber por qué a algunas se les facilita tener orgasmos mediante penetración, y a otras no, a principios del siglo pasado surgió la teoría que se conoce como regla del pulgar. ¿Será cierto lo que postula? ¿O se trata de una idea descabellada?Ahora bien, contrario al hombre, este deseo no siempre logra cumplirse. Sabemos que para el sexo opuesto esta finalidad resulta mucho menos compleja. En cambio, la mujer demora más en conseguir este resultado y disfrutar de la experiencia sexual tanto como desea.
A qué se refierePara explicar esta postura, la sexóloga Alicia Fernández hace referencia a las investigaciones de la princesa Marie Bonaparte, psicoanalista francesa, publicadas en 1924. En la búsqueda de explicaciones para su frigidez, analizó la vida sexual de 243 mujeres -incluyendo medir la distancia del clítoris a la vagina de cada una-. Bonaparte encontró que, a menor distancia entre ambas partes, mayor la capacidad para alcanzar el orgasmo a través de la penetración.
En 1950, Kim Wallen, profesor de psicología y neuroendocrinología del comportamiento de la Universidad de Emory, utilizó la información de Bonaparte “con técnicas más modernas, hallando correlación sorprendente de lo que establecía Marie”, explica la sexóloga.Para ser más específico, Wallen estableció que la distancia ideal del clítoris a la entrada de la vagina debe ser de menos de 2.5 centímetros, que es aproximadamente la distancia que hay desde la punta del dedo pulgar hasta el primer nudillo del dedo pulgar. De ahí el nombre de la regla del pulgar, como se le conoce en la actualidad. “Hay que recordar que en esa época era común el tipo de medida arbitraria (utilizando un objeto para designarlo como unidad)”, nos recuerda Fernández.Puesto que “cada pulgar tiene un tamaño diferente, por eso se estipula que es de 2.5 cm”, aclara la doctora. “La mujer que tiene esta medida o distancia tiende a tener, con bastante seguridad, un orgasmo cuando ocurre la penetración”.
A raíz de sus hallazgos, Wallen también manifestó que con los adelantos de la cirugía estética que existen hoy día, este descubrimiento abre la puerta a que muchas mujeres que no pueden alcanzar el orgasmo solamente con la penetración acudan al cirujano buscando el acercamiento del clítoris a la entrada de la vagina para aquellas mujeres. Por supuesto, esta opción no sería necesariamente la correcta ni la ideal.Aún en investigaciónLa sexóloga menciona que “esta teoría tiene como base que el clítoris es la estructura por excelencia para que la mujer alcance su orgasmo”. Y añade que “cuando ocurre la penetración, si está muy cerca (de la entrada de la vagina), obviamente estimula el clítoris y, entonces, provoca el orgasmo”.A su vez, Fernández señala que, además del clítoris, la mujer cuenta con otras dos áreas importantes para el orgasmo: el punto G y la ubicación del tejido prostático. “Claro está, hay que ver el papel que juega el punto G, que está en el primer tercio de la entrada de la vagina”, señala la también perita forense y especialista en alegación de abuso sexual.Y puesto que estas tres áreas están fisiológicamente conectadas, ello “facilita el orgasmo a través de la penetración, porque se estimula toda área a la misma vez”.No te confundasLa doctora aclara que “para aceptar la regla del pulgar como algo real hace falta mucha más investigación al particular y tener la certeza de que este acercamiento logrará más y mejores orgasmos a través de la penetración. Eso todavía está en investigación”.La experta en sexualidad humana menciona que este descubrimiento “no implica que si la mujer no tiene esa distancia, va a ser anorgásmica. Esto no es correcto”. Y añade enfática que “si el hombre sabe estimular, excitar adecuadamente a la mujer, y conoce dónde está el punto G, la mujer va a alcanzar el orgasmo a través de la penetración”.También aclara que una de las razones que puede llevar a una mujer a ser anorgásmica es que “el tejido prostático no esté adecuadamente distribuido para que el punto G sea lo suficientemente pronunciado para que le provoque el orgasmo con la penetración”.Y aunque es cierto que “existen mujeres que no alcanzan el orgasmo a través de la penetración, si hacen una combinación de técnicas -como intentando nuevas posiciones, además del sexo oral- lo pueden alcanzar”.Más allá de esta teoríaLa sexóloga explica en detalle que “el orgasmo en la mujer es una reacción comportamental, que se aprende; no es algo con lo que se nace sabiéndolo”. Además, no es cierto que “fisiológicamente se manifiesta en el primer encuentro coital”. Por el contrario, “requiere conocimiento por parte de la mujer, práctica y paciencia”. De ahí que se presuma que es entre el segundo y tercer año posterior al inicio de una vida sexual activa “en que se comienzan a experimentar buenos orgasmos; o sea, se alcanza el dominio de la práctica”.Por otro lado, Fernández comenta que “a diferencia del orgasmo masculino, que es visible por la eyaculación, el femenino carece de señales evidentes que prueben la obtención” del mismo. A esto cabe añadir que “no existe un patrón similar en las mujeres que demuestran” esta culminación del placer ya que en el sector femenino “se experimentan diferentes sensaciones, intensidad y duración”.Fernández también indica que “la mujer, desde que se excita hasta que pasa por el proceso de respuesta sexual, le toma aproximadamente 15 minutos para alcanzar su orgasmo”, aclara la doctora. En cambio, “el hombre lo alcanza en tres o cinco minutos”.A su vez, la sexóloga señala que incluso “la mujer que está sola debe conocer su área genital, dónde y cómo recibe buenos orgasmos”. Esto a su vez redunda “en que cuando tenga una pareja, le pueda decir las áreas donde recibe placer”.El rol del hombrePara concluir, Fernández señala que “alcanzar el buen orgasmo femenino es tanto responsabilidad del hombre como de la mujer”.La doctora también expone que “no creo en la incapacidad, sino en la inexperiencia del pene como máquina para provocar el orgasmo, porque el varón debe desarrollar y adquirir técnicas erotológicas que ayuden a la mujer a alcanzar la excitación adecuada para lograr un buen orgasmo”.Para citas con la Dra. Alicia Fernández, de la Clínica de Sexualidad Humana, llama al 787-768-3320.Para alcanzar el mayor placerEnfócate en la entrega
Concéntrate en disfrutar del momento, en vez de distraer tu mente con preocupaciones.Vigila tu salud
Ejercitarte y contar con un régimen alimentario apropiado siempre deben figurar en tu lista de prioridades.Conócete
La primera persona que debe saber qué áreas le producen placer, eres tú mismaDéjalo conocerte
También es importante que tu pareja conozca tu cuerpo y las áreas favoritas para el placer.Confiésate
Deja de lado la timidez y dile a él lo que deseas experimentar con miras a alcanzar el orgasmo.No finjas
Evita que se convierta en costumbre la práctica de fingir y resignarte a sólo disfrutar a medias.Fuente: Dra. Alicia Fernández, experta en sexualidad humana
A raíz de sus hallazgos, Wallen también manifestó que con los adelantos de la cirugía estética que existen hoy día, este descubrimiento abre la puerta a que muchas mujeres que no pueden alcanzar el orgasmo solamente con la penetración acudan al cirujano buscando el acercamiento del clítoris a la entrada de la vagina para aquellas mujeres. Por supuesto, esta opción no sería necesariamente la correcta ni la ideal.
Concéntrate en disfrutar del momento, en vez de distraer tu mente con preocupaciones.
Ejercitarte y contar con un régimen alimentario apropiado siempre deben figurar en tu lista de prioridades.
La primera persona que debe saber qué áreas le producen placer, eres tú misma
También es importante que tu pareja conozca tu cuerpo y las áreas favoritas para el placer.
Deja de lado la timidez y dile a él lo que deseas experimentar con miras a alcanzar el orgasmo.
Evita que se convierta en costumbre la práctica de fingir y resignarte a sólo disfrutar a medias.
1 comment:
YA ME MOJE ....Gracias por poner este tema el cual los hombres deberian prestarle mas atencion !!!
Post a Comment