Un amigo de la infancia de Ayala Vázquez informó el violento esquema que el acusado utilizaba contra cualquiera que faltara a las reglas que regían en el caserío José Celso Barbosa. (Archivo)
Francisco Rodríguez-Burns / Primera Hora
La Fiscalía Federal continuó su desfile de prueba contra Ángel Ayala Vázquez, mejor conocido como “Angelo Millones”, y Luis Xadiel Cruz Vázquez, alias “el Mono”, mediante el testimonio de un ex vendedor de sustancias controladas que narró cómo se convirtió en objeto de los abusos de poder de los acusados.
“Él (Angelo Millones) quería saber si era verdad que yo me había metido en un apartamento y que le hablara claro. Pegó dos tiros (con una pistola). Me asusté. Le dije lo que quería saber y después me sopló otro tiro en la pierna y me dijo que me fuera al hospital”, indicó el testigo sobre una de las agresiones a la que presuntamente fue sometido por Angelo Millones.José Manuel Arce Báez, un amigo de infancia de Ayala Vázquez, quien firmó un acuerdo de cooperación con el Ministerio Público, ofreció datos sobre cómo el acusado se inició en el mundo del narcotráfico y pintó un cuadro sobre los actos de violencia que éste protagonizó contra cualquiera que violentara las reglas que regían en el residencial José Celso Barbosa, el antiguo centro de operaciones de la organización.
Arce Báez, mejor conocido como “Joey”, indicó que se había desempeñado como vendedor y sicario de la organización, pero que también fue atacado por el presunto capo, de hecho, con una herida de bala en la rodilla izquierda, cuando éste se enteró de que había robado un televisor en el complejo para financiar su adicción a sustancias controladas.
Sostuvo que Angelo Millones mató a otro adicto, “Cano Millán”, que lo había asistido en el robo de otra persona que había entrado al residencial. Los dos se encontraban en un apartamento que se utilizaba como hospitalillo para los adictos cuando Angelo Millones entró con un arma larga. “A Cano Millán le dieron otro disparo en la pierna y se desangró. Murió, creo que para el 2005. Yo me escondí por varios meses, pero después no me hicieron nada”, indicó Arce Báez, quien logró escapar del hospitalillo a través de las rendijas de una ventana.
En otras dos ocasiones, el Bóster le “explotó” el pulgar de la mano derecha por robarle droga al punto y otros sujetos de la organización le dieron otro disparo en la pierna por la misma razón.
Precisó, entre otros asuntos, que Ayala Vázquez había heredado de un sujeto llamado Steven un punto de crack en el residencial La Alegría, de Bayamón, luego que éste fuera ejecutado por un rival.
El testigo, un convicto reincidente cuyo primer arresto se dio a la temprana edad de 12 años por el delito de asalto a mano armada, indicó que en 1995 Angelo Millones mantenía una estricta supervisión de su negocio ilícito. “Para ese tiempo se veía mucho al 'Negro' en los puntos de drogas. Él supervisaba, viendo cómo corrían las cosas. Estaba pendiente del negocio” , indicó Arce Báez.
Detalló, además, que el “Bóster”, como también se conoce al acusado, encabezó atentados a mano armada. Angelo Millones aparentemente había obtenido el control de la venta de drogas del Celso Barbosa para mediados de los años 90, pero estaba enfrascado en una guerra sin tregua contra el complejo colindante, Sierra Linda. Indicó que el acusado participó activamente en una balacera que se registró contra su rival. “Usábamos armas cuando estábamos en guerra con otras personas. Prácticamente todas las personas que conocía ya están muertas”, declaró Arce Báez a preguntas de la fiscal Olga Castellón.
El testigo precisó que la banda de Angelo también protagonizó otro conflicto contra una banda de Monte Rey que aparentemente se debió a un atentado que protagonizó el cabecilla de la ganga de este último complejo contra el Mono.
“Todo el mundo creía que fue ‘Tommy’ quien hirió a Xadiel”, indicó el testigo refiriéndose al dueño de unos puntos de Monte Rey que supuestamente había atacado a tiros a Xadiel. Joey dijo que condujo un vehículo en compañía de otro gatillero que atacó el punto de drogas de Monte Rey bajo instrucciones del Bóster.
También aportó otra información sobre la manera en que los trabajadores de los puntos de drogas eludían a las autoridades. Aseguró que los puntos de drogas operaban entre los residenciales José Celso Barbosa y Sierra Linda, dependiendo de la actividad policiaca en la zona.
Nombró a varios de los incluidos en el pliego acusatorio que se radicó contra la organización de Angelo Millones como personas con varios roles en la empresa criminal.
Durante la mañana de ayer, la Fiscalía Federal intentó establecer el dominio que ejercía Ayala Vázquez sobre los residenciales José Celso Barbosa y Sierra Linda mediante similitudes entre los empaques de las drogas que se vendían en ambos complejos públicos en Bayamón.
La fiscalía llamó al teniente Alberto Rivera Sierra, de la Policía de Puerto Rico, como un testigo que estableció una relación entre las tabletas de crack y las bolsitas de marihuana que se distribuían en ambos residenciales, los cuales son colindantes.
No obstante, uno de los abogados de Angelo Millones, Juan Ramón Acevedo, torpedeó la teoría presentada por el Gobierno federal al asegurar que la mayoría de la droga que se vende en la zona metropolitana se empaca de la misma manera.
Otro testigo, una agente del Negociado Federal de Investigaciones (FBI), ofreció detalles sobre una transacción encubierta que se realizó el 21 de mayo en el José Celso Barbosa por un informante.
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