Uno de los tropiezos para mujeres maltratadas es que los albergues se resisten a recibir participantes con VIH. En la foto, el Hogar Perla del Gran Precio, un albergue para personas con sida. (Archivo)
Arys L. Rodríguez Andino / Primera Hora
Más de la mitad de ellas se contagia por sus parejas varones y, cuando se enteran, el periodo de negación se prolonga porque los ajustes que tienen que hacer en su vida no encajan con la manera en que se les ofrecen servicios a las personas VIH positivo.
Con él coincidió Migna Rivera, de Amnistía Internacional, quien señaló que la limitación del acceso a los servicios de salud es una de las formas en que se discrimina contra las mujeres.Aunque puede parecer que no hay diferencia entre un hombre con VIH/sida y una mujer con la misma condición, la realidad es que hasta el estigma que se tiene de la enfermedad se agiganta cuando es una mujer quien la padece.
El coordinador general de la Coalición de Salud Integral de la Mujer VIH (CSIMV), Juan Carlos Espinosa, señaló que son múltiples las diferencias en la percepción y en el manejo de un varón contagiado versus una mujer.“El estigma es un asunto que está presente todos los días en la población de mujeres que viven con VIH. No es lo mismo y, muy lamentablemente, un varón que viva con VIH. El estigma es menor porque hay una suposición de que al haber sido infectado hay una demostración de hombría por haber sido en una relación sexual pero, en el caso de una mujer, es porque a lo mejor estuvo con uno, dos o tres”, expuso.
Con él coincidió Migna Rivera, de Amnistía Internacional, quien señaló que la limitación del acceso a los servicios de salud es una de las formas en que se discrimina contra las mujeres.Aunque puede parecer que no hay diferencia entre un hombre con VIH/sida y una mujer con la misma condición, la realidad es que hasta el estigma que se tiene de la enfermedad se agiganta cuando es una mujer quien la padece.
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