Enfrenta cargos de pornografía infantil y actos lascivos contra una menor. Su esposa, Deborah Martorell reacciona consternada
Por Javier Colón Dávila/ jcolon@elnuevodia.com
La hija de Hilton Cordero que le imputó una agresión sexual a su padre podría figurar como testigo en el nuevo caso de conducta sexual impropia que enfrenta el comisionado de la Policía Municipal de San Juan, indicó hoy la fiscal de distrito de Carolina, Inés Carrau.
Cordero, quien sigue siendo el jefe de la Policía Municipal de San Juan aunque está temporeramente fuera de su cargo, fue arrestado hoy en la mañana luego de que la jueza Nereida Feliciano le encontrara causa en tres cargos de producción de material pornográfico y uno de actos lascivos, contra una menor que era su vecina en un condominio de Carolina. La jueza Feliciano le impuso una fianza global de $130,000; $100,000 por el cargo de actos lascivos y $30,000 por los de pornografía infantil. La Oficina de Servicios con Antelación a Juicio prestó $100,000, y los $30,000 restantes los pagó a través de un fiador privado. La fiscal Carrau, quien lleva la pesquisa junto a la fiscal Lillian Cabrera y quien también investigó la denuncia de la hija de Cordero y la reportera de televisión Deborah Martorell, dijo que la menor puede ser llamada como testigo y que la fiscalía evalúa consolidar las dos pesquisas contra el funcionario municipal.
La investigación por los hechos que le imputó la hija sigue en proceso.
La fiscalía presentó hoy nueve denuncias contra Cordero, pero cinco no prosperaron. Estos cargos que no prosperaron fueron tres de producción de material pornográfico y dos de actos lascivos. La fiscal Carrau anunció que pedirá una reconsideración y que habrá vista en alzada el 9 de mayo.
Según ha trascendido, las acusaciones contra Cordero surgieron cuando las autoridades ocuparon su computadora y detectaron las fotos de una menor desnuda. La investigación arrojó que la menor era una vecina que se tomaba fotos desnuda y se las vendía a Cordero, cuando era menor de edad. La joven tiene ahora 19 años.
La advertencia de que la computadora de Cordero contenía material pornográfico la hizo la hija del acusado, cuando fue interrogada en torno a la denuncia que hizo contra su padre en febrero.
Los hechos de pornografía que forman parte de la denuncia ocurrieron entre 2007 y 2009, pero todo el patrón de conducta impropia ocurrió entre el 2004 y el 2010. Los supuestos actos lascivos ocurrieron en el 2007.
A su salida de la sala de investigaciones del Tribunal de Carolina, la abogada de Cordero, Mayra López Mulero, arremetió contra el Departamento de Justicia por cómo ha conducido el proceso contra su cliente y aseguró que los cargos que prosperaron hoy “no van a llegar a ningún lado”.
“Lo único que yo les quiero decir a todos ustedes es que en este juego, donde ellos tienen el bate, la bola y el guante aguantaditos para ellos solitos, no requirió mucho esfuerzo para demostrar que esto se trata de una intervención indebida contra la privacidad de mi cliente”, expresó una airada López Mulero, en referencia a los cargos que se cayeron.
López Mulero criticó que el caso se sometiera con declaraciones juradas, sin que se le diera la oportunidad de enfrentar a los testigos.
“Lo más importante de todo esto, lo más significativo de todo esto, es que una vez más se infla un globo que no se puede sostener en la prueba y así de rápido se desinfla. Así esperamos que, a la larga y al final del camino, demostremos una vez más lo que está pasando en Puerto Rico para darle la impresión al País de que se está combatiendo el crimen”, agregó la abogada, quien justificó el silencio de su cliente.
Reacciona Deborah Martorell
Por su parte, la esposa de Cordero, la telerreportera Deborah Martorell, reaccionó sorprendida ante las nuevas acusaciones y pidió espacio para ella y sus hijas.
“Los hallazgos de la investigación realizada por la fiscalía de Carolina han añadido sorpresa, dolor y consternación a una situación que ha sido sumamente difícil para mí y para mis hijas. Ahora me toca sobrevivir a todo este dolor y sacar a mis hijas, que son mi prioridad en la vida, adelante. He callado durante todo este tiempo por el bien de mi hija que se encuentra a mi lado, y que tiene derecho a la confidencialidad y privacidad. Por ese derecho que tiene mi hija, les pido que se respete su intimidad ya que este proceso ha sido muy fuerte para ella. Nuevamente, les solicito el espacio que necesitamos mis hijas y yo para sanar estas heridas y con el favor de Dios y la Virgen poder superar este amargo momento en nuestras vidas”, expresó Martorell en una declaración escrita.
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