En la carta, la mujer dice que el niño dio la vida por ella y sus hermanas
Por ELNUEVODIA.COM
Ana Cacho, la madre del menor asesinado Lorenzo González Cacho, escribió una carta a su hijo con motivo de cumplirse mañana el primer aniversario de la muerte del niño en la que considera que éste dio su vida por ella y sus hermanas.
“Fuiste el hombrecito de la casa hasta el último día. No me cabe la menor duda que diste tu vida por nosotras y te prometo mi amor que ese sacrificio no será en vano. Lucharé ante quien sea para que se te haga justicia. Mi amor de madre, la verdad, y Dios son los que me mantienen en pie”, dice Cacho en la carta, hecha llegar hoy a El Nuevo Día.
En la carta, ésa es la única alusión que hace Cacho al asesinato ocurrido en la madrugada del 9 de marzo del año pasado. Ese día, Cacho alega que encontró al menor moribundo en su cama y lo llevó al centro de diagnóstico y tratamiento (CDT) de Dorado, donde fue declarado muerto poco después.
Nadie ha sido encausado por el crimen, aunque el Departamento de Justicia asegura que tiene pruebas que vinculan a Cacho con el asesinato. La mujer ha negado reiteradamente en los medios de comunicación haber asesinado a su hijo o saber quién lo hizo, pero no ha declarado formalmente ante las autoridades invocando su derecho a guardar silencio debido a que se le calificó como sospechosa.
Cacho envió la carta a El Nuevo Día, según dijo, con la intención de que el público conociera cómo fue su hijo. En la carta, Cacho lo describe como inteligente, amoroso, maduro y muy apegado a ella y a sus hermanas.
“Me enseñaste tantas cosas en tu corta pero intensa vida. Aparte de todas las que he mencionado, la más importante fue hijo mío, como tu demostrabas el amor sin miedo, sin vergüenza, como me lo decías todos los días, sin motivo, sin razón. Como me abrazabas y me dabas un beso sin yo esperarlo, igual lo hacias con tus hermanas”, dice la carta.
En la carta de cinco páginas a doble espacio, Cacho, dirigiéndose siempre a Lorenzo, hace un relato desde el momento en que supo que estaba embarazada, cuando el médico le informó que era varón, el momento del parto, la relación del niño con sus hermanas y la afición de éste por varios deportes, especialmente el balompié.
“Llegaste a este mundo un día 29 de noviembre de 2001. Estábamos felices y con muchas ansias de darte mucho amor. Tu papá daba vueltas por el cuarto del nerviosismo y Grandma se partía las uñas de la desesperación al verme con dolor. El doctor entraba y salía, ya que eran las olimpiadas y estaba en el otro cuarto mirándolas. Tu hermana mayor estaba en la escuela y Abuelo Lindo (como le dicen ustedes) estaba encargado de recogerla y traerla cuando fuera la hora para que te conociera”, dice Cacho.
“Fuiste un bebe lactado, muy amado por todos, muy bueno, muy fácil de manejar y cuidar. De los tres fuiste el único que se quedó calvo para después crecer ese pelo lacio color sol que tantas personas te elogiaban de lo lindo que era, y el que tanto me gustaba sobarte, y por el que un día me preguntaste ‘mami a mí todos me dicen el cano, ¿por qué?’", agrega Cacho.
La mujer sostiene en la carta que Lorenzo fue muy aficionado a los deportes desde que nació, que práctico baloncesto, golf y balompié, y que fue en este último que el niño despuntó.
“Desde chiquito te destacaste en ese deporte. Yo observaba en las competencias que mientras los otros niñitos pateaban la bola para cualquier lado, tú sabías exactamente para donde la tenías que patear, sabías donde era tu arco”, cuenta Cacho, quien dice que Lorenzo incluso la motivó a inscribirse en ella en un equipo de balompié de adultos.
“Todavía recuerdo el último partido en el que me viste jugar, tres días antes de tu partida. Mientras estaba en la cancha todo lo que oía era tu voz gritando ‘defensa mama defensa’”, dice Cacho.
Cacho relata también la relación de Lorenzo con sus hermanas, una mayor y otra menor.
“Siempre fueron hermanos que se cuidaban, cuando tenían sus diferencias se respetaban y ante todo eran muy unidos. Yo estaba muy orgullosa de esa relación de hermanos que siempre tuvieron”, sostiene Cacho.
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