Comerciante y su primo fueron ejecutados mientras estaban de rodillas

La guagua en la que viajaba Julio A. Aponte Fontánez fue hallada quemada en la entrada del sector Unión en el barrio Cañaboncito en Caguas. La guagua estaba registrada a nombre de un vecino de San Germán y tenía gravamen del banco para ser embargada.

Maribel Hernández Pérez / Primera Hora

Su pasión eran las peleas de gallos y después de una racha ganadora fue ejecutado junto con su primo de camino a su hogar en el sector Minillas del barrio Mulas de Aguas Buenas.

A pesar de la oscuridad del apartado sector, aceleró la

marcha, pasó frente al portón y más adelante le avisó a otro de los empleados del lugar. Al regresar, se dieron cuenta de que eran cadáveres.El propietario de la funeraria Monte Santo, Julio A. Aponte Fontánez, de 39 años, fue asesinado junto con su primo y guardaespaldas Jonathan Fontánez Muller, de 23 años, cerca del portón donde ubican las antenas de transmisión de Wapa TV, en el barrio Guavate de Cayey, en medio de un robo y secuestro.

Ayer, poco antes de las 6:00 a.m., cuando iba llegando a su turno de trabajo, el guardia de seguridad de la televisora observó los dos cuerpos arrodillados y pensó que se trataba de dos asaltantes que se habían ocultado para robarle.

En la cruda escena se observaban que los dos cuerpos estaban arrodillados. Uno tenía la cabeza sobre las piernas. Estaban inclinados hacia la verja del lado izquierdo de la entrada al portón principal.

El sargento Harry Solivan, supervisor de la División de Homicidios de Guayama, indicó que a las víctimas les faltaban sus billeteras y las prendas.

El lunes, el comerciante y su primo, aficionados al deporte de las peleas de gallos, salieron hacia Hatillo, donde se encontraron con un amigo con quien fueron hasta el Coliseo Gallístico de Isabela.

En cuatro peleas ganaron unos $5 mil y el comerciante, a quien le apodaban “Julito el Gordo”, hasta compró varios “pollos”.

Mientras ganaba las peleas estuvo en comunicación con su esposa, Diana Ojeda Hernández, y con otro de sus primos, quien le ayuda también con el mantenimiento de los gallos. Pasadas las 10:30 p.m. se comunicó para avisar que estaba de regreso.

Le pidió a otro primo que como estaba cansado y quería llegar directo a su hogar, lo esperara en el área de la laguna en Aguas Buenas para que se hiciera cargo de los gallos.

La esposa de la víctima le declaró a la Policía que la última comunicación que tuvo con el comerciante fue a las 10:40 p.m. y que cuando lo volvió a llamar a las 11:03 p.m. ya no le volvió a responder el celular.

A las 3:00 de la madrugada, el vehículo en el que viajaba Aponte Fontánez, una guagua Lincoln Aviator azul del 2007, fue hallada totalmente quemada en la entrada al sector Unión del barrio Cañaboncito, de Caguas, cerca de la intersección con la carretera #156, de Aguas Buenas.

La guagua estaba registrada a nombre de un vecino de San Germán y tenía gravamen del banco para ser embargada.

“Comenzaron a hacer gestiones a través de conocidos y se enteraron de que habían encontrado dos cuerpos sin vida en ese sector y llegaron al lugar”, sostuvo Solivan.

No fue hasta las 6:12 a.m. que la esposa del comerciante lo reportó desaparecido a las autoridades.

El comerciante había sido víctima de fraude con una finca que compró y la misma no fue registrada a su nombre.

Al preguntarle a Solivan si los occisos tenían algún antecedente penal, indicó que no podía responderlo porque era parte de la investigación.

La prima paterna del comerciante, Reina Luz Aponte, aseguró que era una buena persona y que ayudaba a los menores desamparados.

“Era un hombre muy humanitario y muy bueno, de verdad. Jamás sospechamos eso (su trágico final)”, respondió la afligida mujer.

Agregó que tampoco había sido blanco de amenazas.

El comerciante tenía una hija de 15 años y un niño de diez, según la prima de la víctima.