¿Funcionará?“Retomar la vida sexual en una pareja donde uno de sus integrantes ha sido infiel es un gran reto”, menciona la Dra. Carmen G. Valcárcel, experta en sexualidad humana. “Sin embargo, en la mayoría de los estudios realizados sobre el tema se ha encontrado que más del 60 por ciento de las parejas que han pasado por esa experiencia pueden reanudar su vida sexual y relación de pareja”.
Incluso, aunque pueda sorprender, “en ocasiones la relación podría ser aún mejor que antes de la infidelidad” ya que la situación vivida, “muchas veces, pone en evidencia problemas y dificultades que no se habían manejado anteriormente y que ahora que son obvios, pueden reconsiderarse”.
La doctora aclara que no todas las infidelidades tienen el mismo matiz, pero en su gran mayoría llevan a uno de los integrantes de la pareja a sentirse rechazado/a, utilizado/a y sobre todo traicionado/a. También, pueden surgir “preguntas sobre la ejecución”, como cuestionarse “cuán malo/a bueno/a soy en la intimidad que hizo que mi pareja estuviera con otra u otro”. “Esos sentimientos pueden darse por igual en mujeres y hombres”, señala Valcárcel.
Es de esperar que la duda de si vale la pena volver a intentar ronde por la mente de la víctima de infidelidad. “El factor principal que dice si se puede o no continuar una vida íntima saludable luego de una infidelidad es si se recupera o no la confianza”, advierte la doctora. “Esto podría lograrse a través de la disposición a la negociación y la comunicación clara y honesta”. Ambos deben comprender “que perder la confianza puede ser el resultado de una acción u omisión, pero recuperarla toma trabajo y tiempo”. Cabe señalar que “si no se recupera la confianza, aunque sea en un mínimo aceptable para la pareja, la relación no podrá subsistir”.
Por otro lado, “es normal que luego de una recuperación inicial se vuelva a sentir ocasionalmente sentimientos de tristeza por un tiempo, particularmente cuando algún lugar o evento hace recordar la infidelidad”. Es decir, ambos pudieran experimentar una montaña rusa emocional.
“Reanudar cualquier tipo de actividad sexual requiere una introspección de la capacidad de cada uno de perdonar y olvidar”, advierte Valcárcel. “Cuando digo olvidar no quiere decir desarrollar amnesia al evento, sino dejar de usarlo como muletilla cada vez que sucede algo inesperado en el futuro de la pareja”. Por ejemplo, si la infidelidad surgió con alguien que la pareja contactó a través de alguna red social, eso no significa que cada vez que esa persona “se siente frente a una computadora y visite esa red social es que está teniendo contacto con esa persona”.
Recomendaciones al infiel
Si quiere mantener la relación, la persona infiel “debe comprometerse a tener claridad y transparencia en sus actos”, aconseja la doctora. Esto puede incluir varios acuerdos entre ambos que permitan recuperar la confianza, tales como “darle las claves de todas las cuentas en Internet, estar en la casa a horas específicas, decirle a la pareja si se vuelve a estar en contacto con la otra parte, permitir que la pareja revise el celular, los correos, mensajes u otras formas de contacto”, por ejemplo. Como es de esperar, al principio puede ser “chocante e intrusivo, pero es la forma de ir poco a poco recuperando la confianza”.
Por supuesto, todas estas peticiones o acuerdos deben estar “dentro de los límites razonables, pues no se trata de ser el policía de la pareja ni ceder la dignidad personal, sino de desarrollar confianza”, aclara la doctora.
Dañino compararte
Una tendencia de muchas víctimas de infidelidad es cuestionar a su pareja, ¿cómo era él/ella en la cama? “Esta pregunta surge muchas veces de la inseguridad propia que se desarrolla al pensar que la infidelidad surgió a partir de la incapacidad propia de satisfacer sexualmente a la pareja”. Sin embargo, conocer los detalles de la actividad sexual que hubo fuera de la pareja no ayuda para nada. Al contrario, “tiende a crear un sismo mayor entre ambos, refuerzan los sentimientos de rechazo y crece el resentimiento”.
Valcárcel especifica que existen ciertos asuntos que se pueden y deben decir, como por ejemplo, si a raíz de la infidelidad hay hijos o hijas. “Pero entrar en detalle sobre actos sexuales no ayudará en la recuperación, particularmente si se obsesiona por saber detalles. En ese momento, definitivamente, deben buscar ayuda de un terapeuta”.
La doctora también aclara que como parte de la dinámica para sanar y retomar la vida sexual con la pareja tras la infidelidad “se debe establecer un plan y trabajar sobre las metas a corto y largo plazo de la pareja”. El tiempo de sanación puede tardar días, meses o años, dependiendo de la pareja y de lo que estén dispuestos a trabajar.
Busqué en la calle lo que no me das’
En ocasiones, el o la infiel busca justificar su ofensa con excusas como “tengo mis necesidades (sexuales)” o “me llevaste a buscar afuera lo que se supone que me des tú”. Al respecto, Valcárcel advierte que “si ese reclamo surge, debería revaluarse la relación desde una perspectiva de terapia de pareja”. De hecho, “muchas veces en la consulta, cuando se le pide al infiel ser empático (ponerse en el lugar de su pareja), comienzan a darse cuenta de que su reclamo es uno egoísta y muchas veces sin fundamento. La mayor parte de las veces sólo hace falta conversar del tema y llegar a unos acuerdos”.
A su vez, el o la infiel puede hacerse pasar por víctima “para justificar y sentir menos culpa y vergüenza sobre su conducta e intentar menoscabar el coraje de la pareja”. Por supuesto, esta reacción “es una conducta inmadura donde no quiere hacerse responsable de sus actos”.
Cabe señalar que la frase “es que soy débil” es otra favorita “para tratar de minimizar la respuesta y falta de dominio propio ante una situación tentadora”, observa la doctora. Lamentablemente, mucha de esa “debilidad” “ocurre en el contexto del uso del alcohol, lo que muchas veces explica la falta de introspección y de análisis.” “El alcohol disminuye las inhibiciones y puede hacer de una situación social, una sexual”.
Pero, esta ofensa pudiera ir aún más lejos “cuando el infiel es quien ha buscado y creado el ambiente para que se dé esa infidelidad, y luego trata de excusarse diciendo que fue algo que tenía que hacer para probarse a sí mismo que aún puede conquistar”, alerta Valcárcel.
La doctora también analiza que la mayoría de las parejas no conversan sobre sus gustos y preferencias sexuales. “Sólo siguen el instinto” y no se dan cuenta de “que la relación sexual es un tema que necesita consenso cuando es en pareja. Conversar y llegar a acuerdos sobre prácticas sexuales puede evitar el ‘es que ella/él no me complace’”. Ahora bien, es importante recalcar “que la satisfacción sexual depende de sí mismo y no del otro”, menciona Valcárcel.
Si deseas intentarlo
La Dra. Carmen G. Valcárcel menciona varios consejos dirigidos a ayudarte en este proceso:
- Evita hacer nada que no sientas. Presionarte a reanudar la actividad sexual puede causar mucho resentimiento y dolor.
-Procura hacer el amor en vez de tener sexo. Desarrolla estrategias románticas que ayuden a afianzar la relación, como demostrar afecto, perdón, pero sobre todo, gratitud por estar juntos ahora. Es volver a enamorar la pareja.
-Busca ayuda. Si desean seguir juntos pero no pueden dejar de recriminarse por lo sucedido o si no pueden reanudar su vida íntima, es momento de consultar con un terapeuta de relaciones de pareja.
-Identifica los factores precipitantes de la infidelidad. Esto puede ayudar a evitarlos en el futuro.
-Sé paciente. Si no puedes en una ocasión, no quiere decir que nunca más podrás. Recuerda que el tiempo y la paciencia pueden hacer milagros
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