Don Carmelo no soporta que intrusos entren a su propiedad y le roben los plátanos que con tanto sacrificio y esmero ha sembrado junto con sus hijos. (Primera Hora / Andre Kang)
Mariana Cobián / Primera Hora
Carmelo de León podrá dormir más tranquilo, si se convierte en ley una medida aprobada en la Legislatura que tipicaría como delito grave el robo de plátanos, ñames y aguacates, en fin, los frutos de la tierra cosechados en fincas.
Pero don Carmelo no soporta que intrusos entren a su propiedad y le roben los plátanos, batatas y calabazas que con tanto sacrificio y esmero ha sembrado junto con sus cuatro hijos para mantener a sus 14 nietos y 12 bisnietos.El peso de la ley caerá también sobre los que carguen con las vacas de los ganaderos.
La enmienda al Código Penal espera por la firma del gobernador Luis Fortuño, y es avalada por agricultores como don Carmelo y su familia.A sus 78 años, se monta en su Jeep de 1962 y recorre los empinados caminos de tierra y piedra que cubren las 80 cuerdas de su finca en la montaña del barrio Cibuco, en Corozal.
Pero don Carmelo no soporta que intrusos entren a su propiedad y le roben los plátanos, batatas y calabazas que con tanto sacrificio y esmero ha sembrado junto con sus cuatro hijos para mantener a sus 14 nietos y 12 bisnietos.El peso de la ley caerá también sobre los que carguen con las vacas de los ganaderos.
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