Cinco días después de publicado en Washington un lapidario informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre abusos cometidos contra miles de extranjeros sin papeles en Estados Unidos, el gobierno federal anunció una nueva redada y la detención de 163 personas, la mayoría, aseguró, con antecedentes criminales.
En el operativo, que duró tres días, participaron agentes de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (ICE) y otras 10 agencias estatales y municipales, detalló el Departamento de Seguridad (DHS) en una de sus páginas de Internet.
Según el reporte, 130 de los 163 arrestados son “delincuentes” con antecedentes criminales penales por diversos delitos, entre ellos violación, asalto, robo y posesión de narcóticos.
Los otros nueve eran fugitivos del servicio de inmigración o extranjeros que previamente habían sido deportados y regresaron a Estados Unidos sin autorización, dijo el ICE.
Advertencia del gobierno
“Somos una nación con una historia de inmigración orgullosa que da la bienvenida a los extranjeros que vienen legalmente a Estados Unidos”, dijo el director de ICE, John Morton. Pero advirtió que "para aquellos que vienen aquí ilegalmente y cometen delitos a expensas de sus vecinos y sus comunidades, no vamos a descansar hasta que los encontremos y los deportemos”.
El gobernador de Virginia, Bob McDonnell, declaró que la redada ejecutada por ICE permitió “eliminar de nuestros barrios” a individuos que cometieron crímenes en contra de residentes en este estado. “Aplaudo el excelente trabajo llevado a cabo por las agencias de policía local, estatal y federales", agregó.
La redada se ejecutó casi una semana después que la CDIH emitiera en Washington DC un extenso informe en el que denunció las criticas condiciones en las que viven inmigrantes detenidos en cárceles de ICE y el deterioro del debido proceso a los extranjeros durante el proceso de encarcelamiento y deportación de Estados Unidos.
Condenan las batidas
“Claramente se trata de una política equivocada de seguir con las redadas y las auditorías para verificar el estado migratorio de millones de trabajadores”, dijo a Univision.com Eliseo Medina, vicepresidente del Sindicato Internacional de Empleados y Servicios (SEIU). “Eso no resuelve el problema. No lo resolvió el gobierno republicano del ex presidente George W. Bush y tampoco lo está resolviendo el gobierno demócrata del presidente Barack obama”.
El sindicalista subrayó que las redadas del servicio de inmigración “lo único que hacen es crear un sentido de inseguridad, un sentido de desesperaciones en la comunidad inmigrante y no resuelven nada. Necesitamos una reforma migratoria comprensiva para legalizar a millones de inmigrantes que llevan años esperando una oportunidad para legalizar sus permanencias”.
Respecto al papel del Congreso en la solución del tema migratorio, Medina dijo que “yo creo que está fallando en su debate. Se supone que fueron electos (los representantes y senadores) para resolver problemas y, al contrario, están haciendo una situación mucho peor al no hacer nada para encontrar una solución justa al problema de la inmigración”.
“Estamos igual que siempre”, sentenció, en referencia a la inacción del Congreso que en los últimos seis años no ha logrado un acuerdo bipartidista para abrir un camino hacia la ciudadanía a la mayoría de los 11 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos”.
"No se vale"
La redada de Virginia acrecienta el nerviosismo entre las organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes. “No se vale que el Presidente Obama nos dijo en su campaña que durante el primer año de su mandato pasaría una reforma migratoria que dignificara a los indocumentados y no lo haya llevado a cabo”, dijo Juan Hernández, de la Conservatives for Comprehensive Immigration Reform (CfCIR). “Está siguiendo la misma política que el ex presidente Bush dice en su libro que no le funcionó. No se vale”.
“Él (Obama) está haciendo más deportaciones que los republicanos. ¿Dónde está la esperanza prometida?”, preguntó. “¿Dónde está la resolución esa de dignificar a los inmigrantes?”.
En cuanto al papel del Congreso, Hernández dijo que era “inmoral” que el legislativo “no esté dispuesto a enfrentarse a un tema muy difícil, de enfrentarse a un problema muy complicado y que la mayoría de los estadounidenses quiere que se resuelva”.
“El 73% está de acuerdo con encontrar una solución justa y llena de compasión para los indocumentados. No se vale que el Congreso sea irresponsable en no debatir una reforma migratoria comprensiva para poner fin al sufrimiento de millones de inmigrantes”, concluyó el activista.
Detalles de la redada
De los 163 arrestados en la redada de Virginia, 134 son hombres y 29 mujeres. ICE dijo que son originarios de 32 países diferentes de los cinco continentes.
Entre los detenidos figura un mexicano de 21 años de edad con estatus de residencia permanente con un amplio prontuario criminal que incluye condenas por delito de asalto sexual en tercer grado por lo que había sido condenado a cinco años de prisión.
Otro Individuo de origen ecuatoriano de 39 años, también residente legal permanente, fue detenido en Arlington. Tiene un récord criminal que incluye tres cargos de contribuir a la delincuencia de asalto menor, robo, secuestro y violación de un menor.
Un tercer extranjero, de 49 años, residente legal y de origen salvadoreño, tiene un historial criminal que incluye condenas por golpear y conducir bajo influencia de alcohol, precisó el ICE.
Otros cinco detenidos habían sido previamente deportados de Estados Unidos y volvieron a entrar sin la debida autorización.
La redada afectó a los condados de Alejandría, Arlington, Augusta, Fairfax, Fauquier, Frederick, Harrisonburg, Loudoun, Madison, Prince William, Shenandoah, Warren y Washington.
Durante el año fiscal 2010 el DHS deportó a más de 392 mil inmigrantes, la mayor cifra de expulsados en la historia de Estados Unidos. De ellos, sólo 195 mil tenían antecedentes criminales.
En su informe sobre redadas y detenciones, la CIDH concluyó que a fin de garantizar de mejor manera el derecho a la representación legal y eventualmente al debido proceso, en Estados Unidos “se necesitan programas más sólidos sobre alternativas a la detención”, y observó con preocupación “la falta de representación legal suministrada de oficio para casos de niñas y niños no acompañados, inmigrantes con enfermedades mentales y otras personas incapaces de representarse a sí mismos” cuando son detenidos por agentes de ICE.
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