Ambos rivales volverán a verse las caras otras dos veces en las semifinales de la
Liga de Campeones el 27 de abril y el 3 de mayo.
Los dos primeros tiempos fueron totalmente opuestos, el primero dominado por un Real Madrid que tuvo varias ocasiones para sentenciar el encuentro, y el segundo por un Barcelona que si no gritó el gol fue por las intervenciones providenciales de Iker Casillas.
A diferencia de su duelo del sábado pasado por la liga española, en el que el Madrid jugó agazapado en su propia área y a duras penas empató 1-1, el plantel de Mourinho salió en esta ocasión decidido a presionar a los blaugranas de media cancha hacia adelante.
Mesut Oezil jugó desde el vamos y fue determinante en las principales acciones de peligro del equipo merengue.
Cristiano dio el primer campanazo a los 12 minutos cuando recibió un pase de Oezil por el lado derecho del área y su remate fue despejado sobre la raya por Adriano.
El propio Oezil remató apenas desviado a los 21, y a la media hora le sirvió otro buen pase a Cristiano que el portugués pifió frente a la portería defendida por José Manuel Pinto.
Cristiano galopó tres cuartos de cancha en un contragolpe a los 36, pero su balazo fue raso y directo a las manos de Pinto, titular del Barcelona durante toda la Copa del Rey en lugar de Víctor Valdés.
Pepe —un central al que Mourinho alineó en el centro del campo— tuvo la mejor oportunidad del primer tiempo a los 44, cuando se elevó por encima de Dani Alves, cabeceó un largo centro de Oezil y estrelló el balón contra un poste.
El Madrid también defendió de forma excepcional y le cerró todas las vías de circulación al Barcelona, especialmente a Lionel Messi. El argentino estuvo rodeado por dos y tres jugadores cada vez que tocó el balón, y, a pesar de tener la posesión, sus compañeros no remataron una sola vez en el primer tiempo al arco de Casillas.
Guardiola acomodó las fichas en el entretiempo, soltó a Pedro Rodríguez por el extremo izquierdo, y el desgaste físico ejercido en el primer tiempo le pasó factura al Madrid en el complemento, cuando el Barcelona atacó con todo.
Pedro remeció las redes a los 68, pero la jugada fue invalidada por una posición adelantada. Era apenas un aviso del vendaval que se le venía encima al Madrid, que tuvo que recurrir como tantas otras veces a la magia de Casillas para mantener el cero.
Casillas atajó un remate de Messi a los 75, el primero de la "Pulga" en todo el encuentro, y pocos segundos después alcanzó a manotear por encima del travesaño una comba de Pedro.
A los 81, el portero de la selección española desvió con la punta de los dedos un remate cruzado de Andrés Iniesta, luego de una pared con Messi.
Cristiano pudo sentenciar a los 88 en una contragolpe, en el que fue habilitado por Emmanuel Adebayor, pero Alves cerró en el instante final. Pinto intervino milagrosamente a los 90 y desvió con las uñas un remate de Di María.
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