¿Qué se esconde detrás de este mal?
Por Lissette Acevedo / Especial para ELNUEVODIA.COM
En algún momento, debes haberte tropezado con alguna persona que persiste en convencerte que no ha tenido suerte en la vida porque tal pareciera que el universo conspira en su contra. Mientras esperaba mi turno en una agencia, escuchaba una conversación entre dos hombres, que me resultó muy interesante.
“Yo estoy separándome. No tengo suerte con las mujeres. Yo no sé cuál es el dulce que tengo para las mujeres celosas, todas se me pegan a mí. La mamá de la nena era una celosa; la muchacha con la que conviví, aquello era una psycho. La de Ponce, una loca. Y ahora ésta me sale con un ataque de cuernos que no me deja tranquilo. Te digo, no tengo suerte con las mujeres, es mejor quedarse solo”. ¿Será posible que este hombre tenga tanta mala suerte?
Aun cuando la persona promedio va a establecer varias relaciones en el transcurso de su vida, es importante que haya un tiempo de recuperación entre una pareja y la otra. No es saludable terminar una relación y seguir para la siguiente o tener dos o más relaciones simultáneamente. La probabilidad que estas relaciones fracasen es muy alta; no por capricho del universo, sino por no haber permitido que sanaran las heridas de la relación pasada.
Otro aspecto que hay que explorar es la posibilidad que tal vez la toma de decisiones de esta persona no sea la más adecuada. Existen personas que no han desarrollado destrezas adecuadas de toma de decisiones y van por la vida repitiendo los mismos errores una y otra vez.
También se me ocurre pensar que algunas personas no asumen ninguna responsabilidad sobre las áreas que deben fortalecer. Pareciera que todos a su alrededor están mal y sólo ellos tienen la verdad: el mundo está mal, yo estoy bien. Cuando algo así sucede, es meritorio recapitular y definir si realmente son los demás los que están errando.
En ocasiones nos aferramos a una idea y la repetimos tanto hasta que finalmente terminamos creyéndola. Se hace tan familiar en nuestra cabeza y buscamos todas las razones y evidencias posibles para que confirmen esa idea, que termina convirtiéndose en un hecho. Cuando parezca que la mala suerte es tu fiel compañera haz un alto: es momento de reflexionar.
La autora es psicóloga clínica.
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