El asesinato ocurrido esta mañana en Río Piedras causó ansiedad entre estudiantes de un plantel desde donde se escuchó la balacera
Por Javier Colón Dávila / jcolon@elnuevodia.com
El joven tiroteado esta mañana en la barriada Venezuela fue identificado por la Policía como Ricardo Candelario López, de 28 años.
Según datos que recibió la Policía pero que no han sido corroborados, el sujeto fue baleado por dos inviduos que se acercaron a la víctima a bordo de un auto en plena calle Guaracanal. En la escena, se ocuparon casquilllos calibre .40.
El teniente Ferdinand Acosta, del CIC de San Juan, explicó que Candelario López era amigo de otro sujeto muerto cerca de allí en la barriada Buen Consejo el sábado y que fue identificado como Ángel Umpierre Guadalupe, quien tenía récord criminal por drogas. Hace poco había salido de la cárcel. Según Acosta, hasta el momento de su muerte, Umpierre Guadalupe se estaba quedando en la residencia de Candelario López, quien a su vez tenía en su expediente un caso de drogas del 2004. Trabajaba actualmente en una panadería en la misma barriada Venezuela.
"Todo el mundo en la escena decía que era un muchacho tranquilo que no se metía con nadie", dijo Acosta.
Testigos que presenciaron el ataque relataron a este diario que tras ser baleado en la espalda, el herido clamó por varios minutos la presencia de una ambulancia, que tardó al menos 15 minutos en llegar.
Los disparos se escucharon en la vecina escuela elemental Amalia Marín. “Los niños están muy nerviosos”, comentó el testigo que prefirió no identificarse.
La directora del plantel, Luz Canales, confirmó la información e incluso mencionó que en la escuela estudian cuatro sobrinos del joven baleado.
La directora del plantel, Luz Canales, confirmó la información e incluso mencionó que en la escuela estudian cuatro sobrinos del joven baleado.
El asesinato ocurrió a unas dos residencias de distancia del plantel.
"Los niños se pusieron nerviosos, pero lo trabajamos bien", dijo la directora al mencionar que los portones de la escuela estaban cerrados y que todos los estudiantes estaban dentro de la estructura.
"Los niños conocen, son niños de barriada", agregó la directora al explicar que se formó un caos ya que a medida que se regaba en la barriada que había ocurrido un asesinato cerca de la escuela, los padres comenzaron a acercarse o a llamar por teléfono.
Para complicar el panorama, la única guardia escolar del plantel faltó hoy. El cuerpo de la víctima se observaba desde una esquina de la escuela.
"Había un niño que le comentó a una maestra que estaba preocupado. Le dijo: 'misi, tengo una preocupación porque pienso que es mi tío'", contó la directora. Y tenía razón.
"Le dije: 'papa Dios te lo prestó y papa Dios te lo pidió. Tienes que pedirle que cuide a tu tío'", contó la directora que fueron las palabras que le dirigió al niño.
Los niños de la escuela han tenido que afrontar otras tragedias como la muerte hace dos años de un querido maestro que se ahogó y la muerte hace tres años por enfermedad de una maestra.
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